Me emociona pensar que estoy haciendo un aporte, que estoy dejando una huella en los niños que serán los ciudadanos del siglo XXI. Es por ese motivo que me siento comprometida más que nunca con mi formación, porque de ello depende que quizás, muchas vocaciones sean iniciadas en esta etapa tan temprana de la vida, donde el cerebro se encuentra tan permeable y ávido de conocer sobre el mundo que los rodea.